ΚΑΤΑΛΙΠΨΙ: El poder para los estudiantes
La pausa en el camino
“Los estudiantes están valorados y respetados, y se escucha su voz”, es la respuesta del Cónsul de Grecia en Alicante, Manuel Serrano Espinosa, a la pregunta sobre el peso que tienen los estudiantes helénicos en la sociedad griega. En un mundo donde las voces jóvenes resuenan con fuerza, los estudiantes universitarios se encuentran en el epicentro de la transformación. Históricamente, han formado parte de grandes revueltas y su importancia en el país quedó marcada por el levantamiento estudiantil de la Universidad Politécnica de Atenas, en la que los militares, fruto de la violencia de la dictadura, mataron alrededor de 24 personas. Como indica Meliana Makaris, actual estudiante griega en la Universidad Politécnica Nacional de Atenas: “Desde ese entonces, los universitarios siempre hemos sido muy activos políticamente y nos hemos organizado para tomar parte en cada movimiento político que ha tenido lugar en Grecia”. Saliendo así a la calle a luchar por sus derechos, mostrando una capacidad de movilización que ha sido capaz de paralizar incluso el funcionamiento de un país. Mientras que en España la situación es diferente, puesto que en algunas universidades están prohibidos los sindicatos estudiantiles, limitando así el espacio de participación y la protesta estudiantil.
La lucha de los estudiantes griegos va más allá de las fronteras de sus campus universitarios. Ellos se esfuerzan por buscar una educación de calidad, unas oportunidades de empleo dignas y la resistencia ante la precariedad económica que asola la juventud. Sus protestas y manifestaciones no son simples actos rebeldes, sino una forma de conseguir la acción y el cambio. “Hemos sido muy activos con cualquier cosa que nos afectara, hemos hecho asambleas generales para protestar en contra de cualquier injusticia, desde la más pequeña a la más grande”, señala Meliana. Tanto en España como en Grecia los movimientos estudiantiles han desempeñado un papel crucial a la hora de transformar el panorama cultural, sobre todo en los años 60 y 70. En el artículo ¿Un 68 periférico? Reflexiones sobre un análisis comparativo de la resistencia estudiantil en los regímenes autoritarios de la Grecia de los Coroneles y de la España Tardofranquista, Konstantinos Kornetis, Profesor Ayudante Doctor en la Universidad Autónoma de Madrid, razona acerca de las similitudes y diferencias entre ambos países y cómo la ola de protesta internacional influyó en las mentalidades estudiantiles.
En este contexto, Meliana, ¿cómo crees que van a afectar las movilizaciones griegas a las elecciones europeas? La estudiante se tomó un momento antes de responder: “Este tema ha sido muy discutido políticamente en mi país, lo que está pasando en las universidades griegas ha hecho darse cuenta de la importancia social de los estudiantes, y espero que nuestras ocupaciones, resistencia y luchas diarias hayan servido para trasladar a los votantes la rabia que genera en Grecia no solo la nueva ley educativa, sino todos los cambios socio-políticos, como la inflación de los precios o el genocidio en Palestina”.
Sus protestas y manifestaciones se convierten en un catalizador para el cambio político, ya que una fuerza que desafía las estructuras establecidas y exige un futuro más justo y equitativo para todos. De esta forma, la voz de los estudiantes resonará en las urnas, recordando a la sociedad helénica y a los líderes políticos que comprometerse con las necesidades de la juventud es fundamental para el futuro tanto de Grecia como de Europa.
Toda manifestación actual tiene su punto de partida. La de los estudiantes griegos se remonta a la Revuelta de la Politécnica de Atenas, que marcó un antes y un después en la historia del país. Los estudiantes se declararon en huelga, ocuparon el edificio y protestaron contra una junta militar. El 17 de noviembre de 1978 el gobierno envió un tanque contra las puertas de la universidad imponiendo la ley marcial. Manuel Serrano añade que a partir de entonces los estudiantes adquirieron mucha importancia por dos motivos. En primer lugar por situarse en contra de la dictadura de los coroneles y en segundo lugar porque fueron afectados directamente por la represión militar. Este evento es conmemorado anualmente como símbolo de resistencia contra la opresión política. Los siguientes años, en la década de los 80 y los 90, el movimiento estudiantil sigue en pie luchando por sus derechos democráticos y sociales. Entre estas protestas destaca la educación debido a las reformas educativas propuestas por el gobierno.
“El movimiento estudiantil fue una verdadera pesadilla para la vida política de Grecia”, añade Mikel Muca en una entrevista para EDM Digital. Entre 2006 y 2007 los estudiantes consiguieron cerrar más de 400 facultades durante meses para anular reformas constitucionales que permitían la creación de universidades privadas y cambios en el sistema de admisión a la universidad, siendo uno de los mayores momentos del movimiento estudiantil. Los jóvenes son conocedores de que de esta forma el gobierno está bajo presión y ven en la lucha una victoria, por eso miles de estudiantes participan en las asambleas generales de las organizaciones estudiantiles.
Gracias a una reciente legislación lanzada en noviembre de 2023, la privatización de las universidades no es ilegal en Grecia; sin embargo, los estudiantes se han movilizado mediante una catalipsi extendida desde enero a marzo de 2024. Con la que han conseguido retrasar la entrada en vigor de la ley, ya que privatizar la educación es algo que no contemplan ni quieren que suceda, porque esta acción solo se hace para obtener beneficio económico por parte del gobierno. Además, la coexistencia de universidades privadas y públicas, según indica Meliana Makaris, solo haría que estas últimas estén más degradadas por el aumento de la falta de financiación y mantenimiento. Además, la estudiante señala que esto es una medida de control del gobierno griego para imposibilitar la entrada a la universidad a los estudiantes de una clase económica baja, que son el núcleo de resistencia sindical.
Existe una gran diferencia entre lo que serían las universidades privadas y las públicas en Grecia y en España. “Cualquiera de las universidades que hay en Grecia se rige por la ley estatal, todos los estudiantes tienen derecho a cualquiera de las universidades estatales que hay en Grecia siempre y cuando obtengan la puntuación debida”, añade el Cónsul de Grecia en Alicante. Y es que la forma de acceder a la universidad en Grecia es muy diferente a la española. En España existen las pruebas de acceso a la universidad que consisten en diferentes exámenes según la materia que cambian en cada Comunidad Autónoma. Por el contrario, en Grecia solamente existe una prueba para todos los estudiantes, una prueba universal y nacional. Tras la realización de esta prueba los estudiantes obtienen una puntuación con la que pueden optar a cualquier universidad del país.
Un año después, la rebelión estudiantil estalló debido a la revuelta en Grecia de 2008, en la que, como cuenta Christos Memos en su artículo Grecia: diciembre de 2008 Crisis, revuelta y esperanza, en Atenas, el 6 de diciembre de 2008, un policía disparó y mató a sangre fría a Alexis Grigoropoulus, de 15 años. Las manifestaciones fueron violentas, se enfrentaron con los policías y hubo ataques a edificios gubernamentales y a las empresas. Los jóvenes lucharon contra el capital, contra el Estado y se identificaron con el joven asesinado y no con las normas neoliberales. Por ese entonces, la burguesía, los medios de comunicación y los partidos políticos intentaron mostrar el levantamiento como un hecho aislado negándose a aceptar que la revuelta griega es la continuación de una tradición revolucionaria en el país que se remonta a principios del siglo XX. Lo más destacado de aquel momento fue la unión de estudiantes de preparatoria y universitarios como migrantes, profesionales y obreros para luchar juntos contra una causa común.
Según expone Antonio Gazol en su artículo Grecia 2015. Una crónica, la crisis continuó seis años después hasta que el 25 de enero de 2015 se celebraron elecciones generales anticipadas debido a que el gobierno de Antonis Samaràs (Movimiento Socialista Panhelénico, PASOK) había fracasado en su intento por superar la crisis económica y social contra la que luchaban. Estas elecciones las ganó la Coalición de Izquierda Radical (Syriza) liderada por Alexis Tsipras. Sin embargo, a pesar de que anteriormente este nuevo gobierno defendía a los estudiantes, promovieron unas políticas de austeridad que no les gustaron, por lo que hubo protestas en Atenas y otras ciudades importantes.
En 2020, debido al COVID-19, los jóvenes también se movilizaron por las medidas que fueron tomadas, exigiendo una educación más segura y equitativa durante la pandemia. En 2023 el accidente de trenes que hubo en Larissa, en la zona de Tesalia, también fue motivo de conflicto, ya que murieron y fueron heridos varios estudiantes universitarios. Cerraron muchos centros en Thessaloniki obligando a que se impartieran clases online y se sentaron frente al Parlamento con globos negros en las manos demandando justicia y pidiendo que no se cubriera el crimen. También llevaban pancartas en las que se podían leer frases como “Seremos la voz de todos los fallecidos” o “Sus ganancias, nuestros muertos”. Esta tragedia provocó una oleada de protestas contra el gobierno de Nueva Democracia, que cayó varios puntos en las encuestas pero que remontó un mes después ganando las elecciones de junio de 2023 con el 40,56% de los votos.
En marzo de este mismo año, 2024, Nueva Democracia aprobó una reforma educativa con el objetivo de privatizar la educación. Este plan, según cuenta Mikel Muca, ataca directamente a los derechos profesionales y laborales de los jóvenes trabajadores. No consiguieron una de las principales reivindicaciones del movimiento, pero los estudiantes continúan luchando por una educación pública al servicio de las necesidades de la sociedad. Su objetivo es eliminar los exámenes filtro para acceder a las universidades, crear asignaturas científicas universales con derechos profesionales para los graduados, abolir las tasas de matrícula en las universidades públicas y que las escuelas dejen de depender de los proyectos y las investigaciones de la Unión Europea y las empresas. Su mayor objetivo es “hacer que los niños aprendan” y continuarán luchando en defensa de la educación pública a pesar de que la reforma de ley ya haya sido aprobada.
Llegados al punto actual, la importancia de estas demandas proviene de una profunda preocupación por su futuro. Sin un acceso digno a la educación y a las universidades, los niños de hoy en día no tendrán un buen empleo. La crisis económica por la que el país tuvo que pasar, que finalizó en el 2018, tuvo un gran impacto en el mercado laboral, especialmente para los jóvenes, que son los que descubren este mundo por primera vez. Según los datos recogidos por Statista, en enero de 2024 Grecia ha sido el cuarto país con la tasa de desempleo juvenil más elevada de los países de la Unión Europea, con un 22,5%. Es cierto que ha mejorado con respecto a los datos del pasado enero de 2023. Sin embargo, todavía sigue siendo de los últimos de la fila. Es por este motivo que exigen al gobierno que aborde estos problemas y les brinde la oportunidad de construir un futuro mejor.
Los estudiantes saben que no están solos, ya que las protestas han despertado una ola de simpatía y apoyo entre la población griega. Están moldeando la opinión pública, desafiando al gobierno y capturando la atención de los medios de comunicación. Aunque sean los estudiantes los que lleven a cabo estas demandas, no solamente les afecta a los jóvenes, sino también al futuro de la nación en su conjunto. El gobierno, por su parte, ha adoptado una postura contraria frente a las protestas y ha creado la, ya mencionada, propuesta de ley para crear y generalizar universidades privadas en todo el país por parte del Gobierno de Mitsotakis y Nueva Democracia.
Según el Sindicato de Estudiantes, el movimiento estudiantil griego se coordina mediante asambleas generales en las que participan todos y se planifican cada semana en las ciudades. Hay entre 30.000 y 40.000 estudiantes que participan y votan a favor de las ocupaciones. Desde el sindicato les envían el siguiente mensaje: “queremos mandar todo nuestro apoyo y fuerza a las protestas del movimiento estudiantil griego que están demostrando que la educación pública se defiende luchando”. El movimiento es tan potente que ya resuena en otros países de la Unión Europea, ya que como dice el Cónsul de Grecia, Manuel Serrano, “hay más griegos por el mundo que en Grecia”, y no resultaría sorprendente que se haya corrido la voz por todo el globo.
Cabe destacar el papel que los medios de comunicación están desempeñando en la difusión, actuando como altavoces de las protestas estudiantiles. Según la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros Sin Fronteras, Grecia aparece posicionado en el puesto 88 de 180, una mejora respecto al 2023, que se encontraba en el puesto 107. Aún así, la cobertura mediática está llena de reportajes, entrevistas y análisis que han contribuido a la visibilidad del movimiento y han generado un debate internacional sobre la situación educativa en el país. Otros medios como las redes sociales también han desempeñado un papel importante a la hora de difundir información y organizar las asambleas para las manifestaciones, permitiendo el alcance de una audiencia más amplia.
Gracias a estos medios las protestas no solamente están llamando la atención a nivel nacional, sino que también se están acercando al panorama político europeo, en especial de cara a las próximas elecciones europeas entre el 6 y el 9 de junio. Estas elecciones al Parlamento Europeo son un escenario fundamental donde las demandas de los estudiantes pueden resonar y servir como catalizador para el cambio político y social en toda la Unión Europea. Siendo realistas es un punto complicado, pero el voto juvenil en las elecciones es importante para dar un gran paso hacia el cambio. Isidre Ambrós, experto en asuntos políticos y económicos de la región Asia-Pacífico, dice que “cada vez hay más sentimiento europeísta y ahora lo que le pasa a la gente se relaciona más con Europa”. Siguiendo con su idea, el éxito de los movimientos estudiantiles puede influir en el apoyo electoral hacia partidos y candidatos europeos que aboguen por políticas progresistas y que se orienten hacia el bienestar de la juventud y la clase trabajadora.
El activismo estudiantil en Grecia ha alcanzado un nivel sin precedentes, marcando un hito en la lucha por una educación pública, digna y accesible para todas las personas. La Catalipsi, venida de la mano de jóvenes como Meliana es algo mucho más que una mera protesta; es un movimiento que ha unido a la juventud griega en una lucha por un sistema educativo justo y equitativo.
La participación activa de los estudiantes en la arena política no pasa desapercibida. El gobierno ha respondido con una dura represión aplicando la guerra sucia para sofocar la disidencia dentro de las universidades. A pesar de todo, la determinación nunca se ha visto disminuida, respondiendo a cada medida del gobierno de manera contundente y demostrando que su compromiso con la defensa de la educación pública sigue siendo inquebrantable.
Aunque, la resistencia estudiantil no solo se limita a la oposición al gobierno y sus leyes, sino que es un rechazo a décadas de políticas educativas que han marginado a las instituciones públicas pretendiendo socavar el acceso a la educación a las clases populares. Desde la revuelta de la Politécnica de Atenas en el 73 en adelante, los estudiantes se han erguido como el corazón de la resistencia griega en la lucha por la democracia y la justicia social, movilizándose a través de asambleas y sindicatos a lo largo de las rebeliones escolares de las diferentes décadas. Este legado fortalece la determinación generacional que resiste en la actualidad frente a las injusticias escolares y sociales.
El impacto de estas protestas no se limita al ámbito nacional. Con las elecciones europeas en el horizonte, el movimiento griego envía un mensaje claro a los líderes políticos de todas las naciones de la Unión. La indignación estudiantil no se limita a las fronteras griegas; su preocupación se refleja en protestas como las actuales en contra del genocidio en Palestina, de la erosión de los derechos sociales en todo el territorio europeo y de la inflación masiva de los precios. En un momento en que el proyecto de la Unión enfrenta desafíos significativos, el activismo estudiantil en Grecia pide que se le escuche para garantizar un futuro justo para todos, y deja claro que seguirá luchando en contra de la Europa que prioriza los intereses económicos sobre los derechos humanos.
El movimiento estudiantil en Grecia es un recordatorio del papel fundamental que desempeñan las manifestaciones del pueblo en contra de los gobiernos y de la importancia de los jóvenes en la configuración del futuro. Su resistencia no solo está cambiando el panorama educativo griego, sino que también está enviando ondas expansivas a través de toda Europa. Es una llamada de atención para todos nosotros, una invitación a participar en la defensa de los derechos públicos y accesibles para las generaciones venideras. La lucha en Grecia es un símbolo de esperanza y un recordatorio de que el pueblo debe estar unido para construir un futuro mejor para todos.
Keywords: Grecia, estudiantes, revuelta, universidad, represión.
METODOLOGÍA
Esta crónica ha sido realizada por un grupo de cuatro personas entre las que encontramos a Aina Parra, que se ha encargado de contactar con las fuentes, así como de entrevistarlas, ha guionizado, grabado y montado el podcast y el tráiler de la crónica; Elena Pérez, ha realizado junto con Aina alguna de las entrevistas, ha grabado el podcast, ha montado el tráiler y ha sido una de las redactoras del texto; Ainoa García, ha transcrito la entrevista realizada a Manuel Serrano, ha redactado el texto y ha gestionado la elaboración final del trabajo; y Pablo Martínez, que ha redactado el texto, ha transcrito la entrevista realizada a Meliana Makaris y ha ayudado con la gestión del trabajo. Entre todos se han elaborado algunos de los cuestionarios de las entrevistas, se ha realizado el análisis previo a la crónica y se le ha dado forma a la misma.